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La fisioterapia respiratoria es una especialidad de la  fisioterapia, cuyo objetivo terapéutico es facilitar la eliminación de moco que produce una obstrucción bronquial, a través del drenaje de secreciones.

En la actualidad ha incrementado la incidencia y prevalencia de las patologías respiratorias que cursan con secreciones, tos, dificultad respiratoria y problemas ventilatorios, como son: bronquiolitis, hiperreactividad bronquial, broncoespasmos, asma, displasia broncopulmonar, EPOC y neumonías; todas ellas vinculadas a diferentes factores (factores medioambientales, tabaquismo activo y pasivo, inhalación de agentes tóxicos en el medio, contaminación y factores genéticos).

Aunque las patologías más conocidas en fisioterapia respiratoria son la fibrosis quística y la EPOC, también se ha comprobado que es de gran utilidad y que puede aportar beneficios en el tratamiento de la bronquiolitis, asma, broncoespasmos, displasia broncopulmonar (prematuros), en pre y post cirugía torácica y abdominal y en catarros de vías altas.

Es importante saber que el sistema respiratorio va madurando conforme vamos creciendo, por ello, los niños son más propensos a sufrir resfriados, otitis, afecciones de garganta y diferentes tipos de enfermedades respiratorias durante su etapa de crecimiento.

Además lo notaréis más en el invierno y una vez que comienzan a acudir a guarderías o colegios, momento en el que los virus se transmiten con más facilidad.

 ¿Qué papel desempeñamos los fisioterapeutas respiratorios pediátricos?

Si tenemos un peque en casa, sabemos que una de las primeras cosas que haremos si nuestro niño no respira bien es ir al pediatra, quién nos mandará medicación, bien para eliminar el virus y/o mucolíticos (medicamentos que rompen el moco para que sea menos espeso), pero de momento no hay nada que saque esa mucosidad de las vías respiratorias y las elimine, este trabajo lo hacemos los fisioterapeuras respiratorios.

Los Fisioterapeutas tenemos que trabajar en equipo junto con los Médicos rehabilitadores, Pediatras, Neumólogos y Alergólogos. El tratamiento médico es compatible con el de fisioterapia respiratoria y  muy recomendable, un tratamiento no excluye al otro y, de hecho, es complementario, debiendo existir un trabajo multidisciplinar entre médicos y fisioterapeutas respiratorios ya que todos tienen un objetivo común, que es el de mejorar la calidad de vida de niños con problemas respiratorios.

¿Cuándo debo acudir al fisioterapeura respiratorio?

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  • Cuando nuestro peque tenga abundante moco en la nariz, pecho y/o garganta (flemas o secreciones).
  • Cuando tenga diagnóstico de una enfermedad respiratoria.
  • Lo más recomendable es acudir a sesión una vez que aparecen los mocos y los primeros síntomas (es decir, cuando empezamos a notar al niño resfriado) y así evitaremos que la sintomatología se agrave y sea más sencillo la eliminación de secreciones.

¿En qué puede ayudar la fisioterapia respiratoria a nuestro peque?

  1. Elimina secreciones.
  2. Reduce el riesgo de infecciones.
  3. Mejora la respiración, el sueño y la alimentación.
  4. Disminuye la medicación.
  5. Disminuye o incluso evita los ingresos hospitalarios y la asistencia a servicios de urgencias.
  6. Mantiene un adecuado patrón respiratorio y aumentar la tolerancia al ejercicio.
  7. Disminuye el absentismo escolar.

En definitiva mejora la calidad de vida del paciente tanto en la fase aguda como en la crónica.

¿En qué consisten las sesiones de fisioterapia respiratoria?

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  • Durante la sesión se realizarán técnicas manuales e instrumentales, con la finalidad de eliminar secreciones.
  • Se enseñan ciertas técnicas a los padres para que las realicen en casa.
  • Además, si el niño tiene prescrito por su médico algún tipo de medicación inhalada (Ventolin, Budesonida, etc.) es conveniente traerlo a consulta junto con su cámara correspondiente (ProChamber), para enseñar su uso adecuado a los padres. La correcta utilización de los mismos, con el objetivo de administrar bien la medicación e ir disminuyendo progresivamente los mismos.
  • Es recomendable asistir a la sesión dos o tres horas después de haber realizado la última toma en caso de bebés, o sin que el niño haya ingerido alimento durante ese tiempo para evitar reflujos.
  • La sesión durará  más o menos  45 min, dependiendo del niño y la gravedad de la patología respiratoria.

¿Qué pueden hacer los padres?

Es conveniente, enseñar a los padres a identificar cuando su hijo presenta  problemas respiratorios, signos fáciles de conocer, como aleteo nasal, balanceo tóraco-abdominal, así como enseñarles la técnica de  desobstrucción nasofaríngea (lavado nasal) como medida preventiva para evitar el acúmulo de secreciones con el riesgo de infección que esto  conlleva.

La integración de las familias de los pacientes y su implicación deben contribuir a perdurar los conocimientos aprendidos. Estos conocimientos son revisados para saber si los pacientes están realizando bien las técnicas en el caso del asma y de la fibrosis quística.

También es importante, enseñar tanto al niño como a los familiares a evitar la aparición o progresión de las deformidades torácicas, de la columna vertebral  y manejo de uso de la ventilación mecánica en las fases avanzadas de la enfermedad en patologías más graves como enfermedades neuromusculares.

Lo que se recomienda a los padres es:

  1. Lavados nasales: se recomiendo hacerlos antes de las comidas, de dormir y antes de ponerle el broncodilatador o cualquier medicación inhalada, si el niño tiene abundantes secreciones va a comer menos y a dormir peor…
    Se pueden hacer varios lavados nasales al día. Los lavados se pueden hacer tumbado de lado y se limpia primero el orificio que queda arriba, después girar la cabeza al niño y luego se limpia el otro, pero si son niños que han tenido otitis de repetición mejor hacerlo sentado.
  2. Lavarse a menudo las manos.
  3. Si se está constipado evitar darle besos al niño.
  4. Darles de beber mucha agua para que el moco sea menos espeso.
  5. Fraccionar las comidas.
  6. Evitar fumar en presencia de los niños (incluso en habitaciones dónde van a estar posteriormente).
  7. Colocar el cabecero de la cuna más elevado o poner un cojín debajo del colchón para elevarlo.
  8. Airear y controlar la temperatura de la habitación que no debe ser superior a 19 ºC.

Si tu peque tiene alguno de estos síntomas, en Neuropelv Fisioterapia podemos ayudarte.

  • Rubí Lescano Gonsález – Nº Col 8696
  • Fisioterapeuta
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